BIM: ¿el último nivel de los videojuegos?

SimCity, el primer simulador con espíritu BIM
Muchos jóvenes de los años 90 recordarán con cariño SimCity, el simulador virtual que permitía a los jugadores planificar ciudades enteras mientras intentaban mantener el orden público, equilibrar presupuestos o enfrentar condiciones meteorológicas adversas. Aunque fue duramente criticado en su lanzamiento por no tener un objetivo claro, su nivel de detalle, facilidad de aprendizaje, retroalimentación constante de los jugadores y la posibilidad de “jugar a ser Dios” lo convirtieron en un fenómeno mundial.
Will Wright, su creador, jamás imaginó el éxito del proyecto, que originalmente estaba pensado para perfiles del sector de la construcción, como arquitectos o urbanistas. La idea era crear un mundo virtual con tal nivel de detalle que los jugadores pudieran interactuar con él como si fuera real.
“Si un huracán arrasaba la ciudad, quería que los jugadores estuvieran tan involucrados que empatizaran con sus ciudadanos”, comentó Wright.
Hoy en día, una nueva generación de arquitectos y urbanistas, que creció con este tipo de juegos, ya está aplicando muchas de sus características en las ciudades inteligentes actuales, a través de lo que se conoce como gamificación (aplicación de elementos de juego a contextos reales).
“Definitivamente hay mucha gamificación en las nuevas ciudades, especialmente si queremos simular eventos antes de que se construyan”, afirmó Matthias Haeusler, de la Escuela de Arquitectura y Diseño de la Universidad de Nueva Gales del Sur, Australia.
Haeusler señala que la simulación computacional se está convirtiendo en una herramienta muy poderosa, ya que los diseñadores urbanos y arquitectos necesitan entender la experiencia del usuario antes de tratar los objetos por separado. Una visión muy parecida a la que Wright expresó hace 24 años.
Gamificación para un futuro más sostenible
La eficacia de la gamificación se demuestra, por ejemplo, en Australia, donde ya ha cambiado los hábitos de la población para lograr una ciudad más sostenible. La agencia CitySmart, con sede en Brisbane, y la Universidad Tecnológica de Queensland desarrollaron un juego móvil que permite a ciudadanos de bajos ingresos reducir su consumo energético.
Hasta ahora, el proyecto —aún en fase piloto— ha logrado resultados notables, con ahorros superiores a los 2.000 dólares por usuario.
SimCity también ha inspirado nuevos productos, como Tygron, un software holandés diseñado para que arquitectos, urbanistas e ingenieros trabajen con proyectos reales. El juego parte de la misma idea que el famoso título de Maxis: generar un entorno 3D altamente realista con indicadores clave como la habitabilidad, la influencia de la temperatura o la densidad poblacional.
Tygron ya se ha utilizado en proyectos reales como el del barrio de Manhattan sur en Nueva York, y se han organizado talleres para desarrollar estrategias de habitabilidad en áreas como el East River y Battery Park.
En Los Ángeles, encontramos Block’hood, que pone especial énfasis en el concepto de entradas y salidas para determinar el bienestar en el desarrollo urbano óptimo. Según su creador, este programa se enfoca más en la sostenibilidad y el aspecto ecológico que sus competidores, y promueve un aprendizaje basado en la prudencia y la previsión.
Pokémon GO: la integración definitiva de la realidad virtual en la ciudad
El reciente auge del juego Pokémon GO, de Nintendo, es otro ejemplo de cómo la realidad virtual está irrumpiendo con fuerza, no solo en el sector AECO (Arquitectura, Ingeniería, Construcción y Operaciones), sino también en la vida cotidiana.
Este experimento de la compañía japonesa representa una revolución sin precedentes: los usuarios pueden capturar a las míticas criaturas de Kanto en el mundo real usando sus smartphones.
Se estima que más de 65 millones de personas en todo el mundo ya juegan a diario, dedicándole más de 30 minutos al día, superando incluso el tiempo que se pasa en redes sociales como Twitter y Facebook.
Ya se habla de las muchas aplicaciones que productos como este podrían tener en otros ámbitos. Por ejemplo, el CIOB ya utiliza Minecraft para acercar las nuevas generaciones al sector de la construcción, aunque ciertos sectores aún se resisten al cambio y tachan el juego japonés de “estúpido”.
La realidad aumentada ha llegado para quedarse
Existe una falta generalizada de conocimiento sobre lo que realmente es la realidad aumentada. De hecho, la mayoría de la gente la confunde con la realidad virtual.
Iván Gómez, del Visual Technology Lab, lo aclara en su artículo “La relación entre BIM y la realidad virtual y aumentada”.
A raíz del éxito de Pokémon GO, muchos usuarios han empezado a familiarizarse con esta tecnología, aunque de forma muy básica. Esto representa una oportunidad para que las empresas del sector de la construcción la implementen en sus productos.
En efecto, en el sector AECO, muchos arquitectos y contratistas ya están experimentando con estas tecnologías para ofrecer a sus clientes previsualizaciones o detección de colisiones en sus proyectos.
Tecnología y conectividad no siempre van de la mano
A pesar de todo, los servidores de Pokémon GO han sufrido caídas constantes, dejando a muchos usuarios sin acceso. Esto es comprensible debido al alto número de descargas en los primeros días, pero no deja un buen precedente para futuras actualizaciones.
Además, el hecho de que el juego no funcione bien con 4G plantea un problema serio si se basa en GPS y geolocalización.
Esto lleva a preguntarse si este tipo de experiencias pueden servir como banco de pruebas para dispositivos portátiles, como FM Systems, que permiten gestionar activos desde un smartphone.
La seguridad, al igual que en BIM, es esencial
El pasado jueves, la BBC publicó un artículo analizando los riesgos públicos de Pokémon GO, considerando la cantidad de accidentes registrados desde su lanzamiento: robos de teléfonos, desapariciones, allanamientos, lesiones y caídas, entre otros.
Esto demuestra que el entorno construido es un lugar peligroso si no se toman precauciones. La seguridad debe ser una prioridad, y en este sentido, BIM puede jugar un papel fundamental.