Edificación educativa y sanitaria

Campus Arrupe y el uso de BIM con Sello LEED Oro en Madrid

Fachada del Campus Arrupe - ©Bueso-Inchausti & Rein Arquitectos

En el paisaje urbano de Madrid, ha surgido un edificio que redefine el concepto de arquitectura educativa. El Campus Arrupe, concebido por el estudio Bueso-Inchausti & Rein Arquitectos no es solo un edificio, es una declaración de intenciones materializada en casi 8500 m² de innovación y diseño. Finalizado en 2024 este proyecto no solo establece un diálogo con la herencia arquitectónica de la zona —incluyendo la cercanía de la obra de Miguel Fisac de 1956— sino que demuestra que es posible construir el futuro respetando el pasado y el medio ambiente.

Su sello LEED Oro no es una medalla casual, sino la consecuencia directa de una metodología de trabajo donde la sostenibilidad fue el pilar del diseño y la tecnología BIM fue la columna vertebral que lo hizo posible.

Lo que más impactante del Campus Arrupe es su inteligente envolvente. El edificio se presenta con un basamento de granito que le da una sólida presencia, sobre el cual se elevan las plantas superiores protegidas por una distintiva celosía de lamas cerámicas. Esta no es una decisión meramente estética, sino que, es una estrategia bioclimática de primer orden. Actúa como un filtro solar que mitiga la ganancia térmica en verano y permite el paso de la luz en invierno, una solución pasiva su alta eficiencia energética.

Aquí es donde nos hacemos la pregunta clave: ¿Cómo se orquestan todos estos elementos para alcanzar la excelencia sostenible del LEED Oro? La respuesta es: a través de una implementación profunda e inteligente de la metodología BIM.

BIM es el hilo conductor digital hacia la Certificación LEED

La obtención de un certificado LEED es resultado de una continua toma de decisiones precisas. En el Campus Arrupe, BIM fue el director de orquesta y el Entorno Común de Datos donde todos los profesionales involucrados colaboraron con un objetivo compartido.

El vínculo entre BIM y los créditos LEED se materializó de formas muy concretas:

Análisis Energético y de Comportamiento: El modelo BIM fue la base para validar la eficacia de soluciones como la celosía cerámica y para dimensionar y coordinar el sistema de geotermia centralizada, una de las claves del proyecto para el aprovechamiento de energía limpia y constante del subsuelo. Estas simulaciones fueron cruciales para sumar puntos en la categoría LEED de «Energía y Atmósfera» (EA).

Calidad Ambiental y Diseño Interior: La categoría «Calidad Ambiental Interior» (IEQ) se vio beneficiada por el diseño de amplios patios que introducen luz natural hasta el corazón del edificio, creando espacios saludables y estimulantes. La famosa escalera escultórica que articula el interior no es solo un elemento de diseño, sino que, como el resto de los espacios, fue modelada en BIM para asegurar la máxima coherencia espacial y constructiva.

Gestión de Materiales y Coordinación: Gracias a BIM, se realizaron mediciones precisas de materiales como el granito y las lamas cerámicas, reduciendo drásticamente los desechos en obra, un punto clave en «Materiales y Recursos» (MR). Además, la coordinación tridimensional de todas las disciplinas evitó interferencias y costosos retrabajos, un ahorro directo en materiales, tiempo y huella de carbono.

Campus Arrupe  ©Bueso-Inchausti & Rein Arquitectos

Más Allá de la Placa: Un Paradigma para el Futuro

El Campus Arrupe se erige como un caso de estudio ejemplar. Demuestra a la industria que la inversión en tecnología BIM es la habilitadora fundamental para alcanzar los más altos estándares de calidad y sostenibilidad. El sello LEED Oro no es simplemente un adorno en su fachada, es la prueba tangible de un proceso de diseño y construcción inteligente.

Es la evidencia de que cuando la visión arquitectónica se apoya en una metodología robusta como BIM, el resultado es un edificio que no solo responde a las necesidades de sus usuarios, sino también a las de un planeta que exige responsabilidad.