Estándares

Chile avanza hacia la definición de un Estándar Nacional BIM de Proyectos Públicos

Planbim es un programa, a 10 años, que tiene como una de sus metas la utilización de la metodología BIM para el desarrollo y operación de proyectos de edificación e infraestructura pública al año 2020 en Chile. Forma parte del Comité de Transformación Digital de Corfo y es impulsado por el Programa Estratégico “Construye 2025” de la misma corporación.

Desde su implementación en 2016, el equipo de Planbim ha enfocado su trabajo en líneas de acción: institucionalidad y estrategia, capital humano, tecnologías habilitantes, estandarización y difusión.

Además de la estandarización, Carolina Soto, directora ejecutiva de Planbim, asegura que uno de los grandes desafíos que tiene la entidad está directamente relacionado con el cambio cultural y la manera de trabajar que plantea.

“Muchas veces BIM se reduce a los problemas de tecnología, pero se deja de lado el hecho de que se trata de una metodología completa que viene a cambiar la manera en que se trabaja, con una mirada mucho más colaborativa entre las distintas partes de un proyecto”, apunta.

DESAFÍOS

Definida la institucionalidad y estrategias para el uso de BIM en Chile, la entidad trabaja hoy en la definición de un Estándar Nacional BIM de Proyectos Públicos que permita tipificar la información en el flujo trabajo.

Sebastián Manríquez, coordinador de instituciones públicas de Planbim, señala que, para poder generar el estándar, lo primero que hicieron fue llamar a una mesa multisectorial, en diciembre del año pasado. A esta fueron invitadas las diversas entidades públicas con las que Planbim viene trabajando, la Cámara Chilena de la Construcción, el Instituto de la Construcción y gremios profesionales, así como diversos ingenieros, consultores e instituciones privadas.

En esta instancia, Planbim mostró el análisis realizado de varios documentos de referencia de países como Estados Unidos, Reino Unido, Singapur y Australia que, antes que Chile, ya pasaron por este proceso. Lo anterior, con el fin de aprender de dichas experiencias y definir cómo debe ser el flujo de la información en el caso chileno.

“En general, todos se basan en estándares abiertos que permiten la interoperabilidad, de forma que la información no quede pendiendo de un vendedor de software o de un hardware específico, sino que esté siempre disponible. De esa manera se garantiza que cualquier actor del proceso tendrá acceso a la información sin depender de una marca”, explica Manríquez.

Ahora bien, todos esos estándares internacionales están orientados a realidades que no son la nacional; es por ello que Manríquez destaca la importancia de hacer la “bajada”, usando ejemplos concretos en Chile y explicando, paso a paso, porqué se está tomando esta decisión.

“Chile es un país que no está muy acostumbrado, en el rubro de la construcción, a trabajar de manera estandarizada. De ahí la importancia de que este estándar sea explicativo y también didáctico”, apunta.

Carolina Briones, coordinadora del sector privado de Planbim, apoya lo anterior. La ejecutiva considera que, a su vez, esto implica otro desafío mayor, ligado a la preparación del capital humano.

Briones explica que, si bien Chile es uno de los países de América Latina que más foco ha puesto en la enseñanza de BIM en las universidades o centros de formación técnica, la metodología se presenta de forma parcial y se enfoca en el uso de software en un algún curso dentro de las carreras. Ello limita la posibilidad de que los estudiantes comprendan sus beneficios y aplicaciones en múltiples disciplinas.

“Ese es el mayor desafío, cambiar el enfoque inicial que tuvo BIM muy centrado a la tecnología. Nosotros venimos de una generación donde los render de arquitectura fueron muy atractivos en su momento y llamaban mucho la atención. Inicialmente se utilizó lo tecnología BIM para hacer estos modelos 3D, pero el enfoque de Planbim es destacar que la I de BIM significa información, y que la gestión de esos datos es lo realmente revolucionario”.

Briones añade que es justamente en ese punto en donde todos los actores se dan cuenta de que se pueden ver beneficiados, al obtener más y mejor información sobre los costos antes de comenzar a construir, sobre los tiempos que demora cada proceso, sobre el recurso humano que se va a necesitar para un proyecto y, posteriormente, utilizar esta información para la operación y mantenimiento del activo.

“Ese es el foco: entender que BIM puede generar beneficios para todos, incluso hasta el usuario común que llega a su casa y controla desde su celular su vivienda, su calefacción, etc. Es algo que viene en un futuro cercano, que se mira lejano, pero cada día está más cerca”.