European BIM Summit 2019: Escandinavia, el camino BIM a seguir

Cada año que pasa, salimos más convencidos de que el European BIM Summit, el congreso internacional de BIM que se celebra anualmente en Barcelona organizado por Col·legi d’Aparelladors, arquitectes tècnic i enginyers d’edificació de Barcelona (CAATEEB), BIM Academy buildingSMART Spain, es una cita que todo amante de BIM no puede eludir. Esta no ha sido la excepción. El mood celebratorio que se ha respirado desde el acto de apertura de su inauguración (arrancó con los cinco socios celebrando su quinto cumpleaños feliz soplando una tarta digital) preludiaba que esta edición iba a ser especial. Por supuesto, algo más que un hito profesional, y por muchos motivos. Primero, por los invitados de lujo mediante los cuales se fundamentaría dicha edición: ni más ni menos que expertos BIM de los países nórdicos, los grandes espejos de la industria en los que mirarse a día de hoy. Y segundo, porque el congreso reafirmó su importancia con un lleno en prácticamente todas sus charlas. BIM interesa, porque BIM ya no es el futuro. Está en nuestro día a día.

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Si bien, en estos países, BIM ya no supone una ventaja competitiva, sino una metodología asentada y en continuo desarrollo, en el Sur de Europa aún nos sorprendemos cuando oímos hablar de un proyecto en el que los planos de papel están prohibidos. Rogier Jongeling, cara visible de Suecia en esta edición, ahondó en este aspecto con un caso real, el de Slussen. “Por muchas razones, Estocolmo quiere ser un ejemplo a la hora de llevar a cabo grandes proyectos de infraestructuras en la ciudad de la manera más eficiente posible. Y eso pasa, entre otras cosas, por ofrecer una experiencia de aprendizaje basada en dejar de lado los formatos tradicionales y promoviendo modelos donde se prohíben dibujos en el sitio de construcción y durante su proceso”, apunta el experto técnico de BIM Sweden Alliance. 

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Su vecina, Noruega, tampoco parece quedarse atrás. Einar Gudmunsson, COO en Catenda - BIM Synch, nos compartió algunas de las claves por las cuales el país avanza a una velocidad endiablada en materia de BIM. “Creo que hay tres o cuatro razones principales por las que estamos avanzando. Una es que hemos estado trabajando mucho con estándares abiertos y estandarizando formatos comunes. Luego, los gobiernos han sido esenciales en Noruega con la implementación de algunos de estos proyectos de prueba, donde había que probar nuevas formas de trabajo y obligar a la industria a tratar de adoptarlas”. También, a nivel educativo, hemos visto muchos cambios en los programas de educación, y eso también es muy importante”. 


A lo largo de nuestras charlas, nos hemos encontrado con que el aspecto educacional es un factor inherente a la hora de hablar de la adopción de BIM y su desarrollo. Y en este sentido, la educación también va muy relacionada con otro punto determinante: el cultural. Arto Kiviniemi, Experto BIM con experiencia en Finlandia y ponente galardonado de esta quinta edición, cree que “los principales desafíos son la cultura humana. A la gente normalmente no le gusta los cambios, así que el verdadero reto es cómo conseguir que las personas obtengan experiencias positivas sobre las nuevas tecnologías. El primer episodio es el más difícil. Luego, si pienso a nivel de la industria, creo que está muy fragmentada, hay muchas empresas pequeñas, y no tienen mucha resistencia a la hora de aprender cosas nuevas. Eso es un gran reto”.

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Tras las declaraciones de Arto, queda en evidencia que adoptar BIM no es empresa fácil. De hecho, Gudni Gudnason, BIM Program Manager en GCCA (Government Construction Contrating Agency) de Islandia, nos comenta que “BIM no se entiende necesariamente.
BIM es una tecnología. A veces se necesita algo más que un software para hacer BIM. Y su comprensión en cuanto a la conexión con la información y el valor que aporta, no siempre se entiende bien en la industria”. La experiencia de Gudnason es, sin duda, un punto de vista a tener en cuenta. Durante su ponencia, explicó cuáles eran los desafíos en la implementación de una estrategia BIM en una economía pequeña. Sin embargo, también quisimos preguntarle por la institución donde trabaja y qué papel juega BIM en ella: “Esto es una institución por ley. Procura edificios para los gobiernos. Cuando adoptamos BIM hicimos un acuerdo para usarlo. No es un mandato legal pero tenemos el permiso del gobierno para solicitar BIM en proyectos que superen los 2,5 millones. Así que, básicamente administramos todas las caras de la construcción, la cara de programación, capturando los requerimientos del usuario, la cara de diseño y la construcción”.

Mientras que en el norte de Europa el camino ya está trazado y más que emprendido, en el Sur del continente, el tema avanza a velocidades menores. Sin embargo, cuando preguntamos a todos los expertos escandinavos por si vamos en buena dirección con BIM, su respuesta es unánime: “Sí. Con BIM siempre vamos en buena dirección”. Esta última edición del European BIM Summit nos ha abierto los ojos aún más de lo que los teníamos.