Manufacturers and the BIM
How should BIM catalogs be configured to be useful to users?
En Internet tenemos un millar de familias (*.rfa) que podemos utilizar, pero que no tienen un estándar. Esto hace que antes de utilizar una familia, si queremos que nuestro modelo sea productivo, tengamos que utilizar un tiempo en ver cómo funciona, que cantidad de parámetros tiene y si es óptima o no para utilizarla.
Este es el problema con el que muchos de los usuarios de BIM (Building Information Modeling) estamos acostumbrados a lidiar diariamente, por esto pienso que si estamos trabajando con una tecnología avanzada y precisa, ¿tenemos que ir comprobando los elementos que deben venir, prescritos por fabricantes? Supongo que no, por eso llego a la reflexión de que el fabricante debe tener un asesoramiento no sólo de para qué sirve el catálogo y todo el beneficio que le va a producir sino también de cómo debe estar ese catálogo estructurado, y la seguridad de que al lanzar el catálogo al mercado, toda la información tanto gráfica como a nivel de datos es 100% correcta, eliminando así la posibilidad de quejas de usuarios y clientes.
Además esta información debe estar actualizada, no siendo un catálogo BIM, una información que se realiza una vez en la empresa y ya queda para posteridad, eso era con CAD en el que se usaba el mismo detalle en todos los proyectos tuvieran o no tuvieran nada que ver, BIM es otra historia, para ello las empresas que deciden realizar un catálogo BIM deben tener una información y formación previa a la realización de este, para poder entender que información y servicio van a ofrecer.
Mi propuesta, y aquí expongo el debate, es que este catálogo reciba un testeo, de otra empresa, o de algún responsable de la misma empresa que haya recibido una formación previa, como para poder conocer, que elementos y que información debe contener su catálogo para ofrecer la máxima calidad no sólo de diseño sino también de información sin que esto afecte o comprometa a la empresa.
Otra solución, y lo llamo así porque todos estamos familiarizados con el término es que se realicen auditorías de estos catálogos y que la empresa ya lance al mercado un catálogo auditado, y así lo haga constar, poniendo así en juego el prestigio de la empresa que lo audita, de esta forma el usuario, y por consiguiente la empresa tendrá la seguridad de la calidad que está lanzando al mercado, y de que la información que está ofreciendo en los modelos BIM, es 100% precisa.
Esto supone además, un plus para los usuarios ya que de este forma no vamos a buscar cualquier familia en internet, sino que buscaremos las familias que hayan superado esta test o contengan este “sello de calidad” , y un plus para la empresa, ya que su labor comercial se reduce y se ve sustituida por la calidad invertida en este catálogo, ya que cuando este modelo llegue al cliente final, este cliente le va solicitar unas unidades de un modelo en concreto con la referencia de modelo que el fabricante ha elegido para ello y la seguridad de que este modelo está vigente en el mercado.
Para ello, debemos comprender que BIM, no es solo un modelo 3D, que queda muy bonito en un proyecto sino también, un modelo de información de calidad, que debe de crecer con la ejecución de la obra, y estar siempre actualizado, para que una vez la obra esté terminada sea un Modelo de Gestión, para la entidad propietaria del edificio, de esta forma, se podrá prever la vida de ese edificio, y de los elementos que la componen.